DEVOCIONAL: “DIOS, ES
UN DIOS DE PAZ”
Había una vez un rey que ofreció
un premio a aquel artista que pudiera en un pintura dibujar la paz perfecta.
Muchos artistas lo intentaron y presentaron sus obras en el palacio del rey. ¡El
gran día había llegado!
El rey observó y admiró todas las
pinturas, pero hubo dos que a él realmente le gustaron y tuvo que escoger entre
ellas.
La primera era un lago muy
tranquilo, era un espejo perfecto donde se reflejaban unas plácidas montañas
que lo rodeaban. Sobre éstas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes
blancas. Todos quienes miraron esta pintura pensaron que ésta reflejaba la paz
perfecta. La segunda pintura también tenía montañas, pero éstas eran escabrosas
y descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso
aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso
torrente de agua. Todo esto no se revelaba para nada pacífico. Pero cuando el
rey observó cuidadosamente, miró tras la cascada un delicado arbusto creciendo
en una grieta de la roca. En este arbusto se encontraba un nido. Allí, en medio
del rugir de la violenta caída del agua, estaba sentado plácidamente un
pajarito en medio de su nido.
¿El pueblo se preguntaba, qué
cuadro elegirá el rey?
El rey sabio escogió el segundo
cuadro y explicó a la gente el por qué:
“Paz no significa estar en un
lugar sin ruidos, sin problemas, sin miedo, sin angustia, sin dolor, sin
enfermedad, etc. Paz significa que a pesar de estar en medio de todas estas
cosas permanezcamos calmados dentro de nuestro corazón. Éste es el verdadero
significado de la paz.
Cristo nos dice que Él es nuestra
paz y nos dijo en Jn.14:27: “Les dejo un regalo: paz en la mente y su
corazón. Y la paz que yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no
se angustien ni tengan miedo”.
Su obra en la cruz garantiza
nuestra paz con Dios y nuestra paz personal.
¡DIOS
TE BENDICE!
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