De tus mandamientos he adquirido inteligencia; por tanto, he aborrecido todo camino de mentira. (Salmos 119:104 RVR)
El disgusto por el pecado es el resultado del amor y del estudio de La Palabra.
El camino del pecado es un camino equivocado; y cuanto más conocimiento revelado tengamos de La Palabra, más arraigado será el odio al pecado; y cuanto más preparados estemos, adquirimos más sabiduría espiritual para no caer en tentación y tomar decisiones sabias.
Hay muchos caminos de mentira: vanidades, religiones falsas, placeres vacíos, formas falsas de alabanza, superstición, mandamientos de hombres, doctrinas falsas y todo aquello que nos gobierne y nos aparte de Dios.
Hay dos caminos. Si nuestro corazón está alineado a La Palabra de Dios, a sus mandamientos; producirá la decisión de seguir el camino de la verdad.
Jesús dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre si no es por medio de mí. (Juan 14:6 NTV).
OREMOS:
Padre, santifico tu nombre por Tu Palabra, por tu presencia en mi vida y por tu Hijo Jesucristo. Gracias por enseñarme una sabiduría más alta que la racional a través de Cristo.
Pero reconozco que soy pecador, limitado e incapaz de seguir tu verdad porque mi corazón es engañoso. Te pido que me alejes del camino de la mentira y me guíes con tus enseñanzas. (Salmos 119:29 PDT). Revélame qué caminos de mentira hay en mi vida. En el nombre de Jesús te doy gracias. Amén.
DIOS TE BENDICE.
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