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ENSEÑANZA: “DIOS, PADRE DE MI SERICORDIAS” (4)



 


 

¿CÓMO DEBE SER MI RESPUESTA ANTE LA MISERICORDIA DE DIOS?

Ser misericordioso es contrario a nuestra naturaleza humana, solo es posible por medio del poder del Espíritu Santo en nosotros. La misericordia es un regalo de Dios que podemos ofrecer de la misma manera en que la recibimos sin merecerla. Cuando somos misericordiosos estamos dando a otros lo que Dios nos ha dado.

·       Si soy misericordioso, seré tratado con paciencia,

·       Si soy misericordioso recibiré perdón por mis faltas,

·       Si soy misericordioso me ayudarán cuando esté sufriendo.

Dios nos dará de la misma medida que demos a los demás. (Lucas 6:36 PDT); (Lucas 6:38).

(23) Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. (24) Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía millones de monedas de plata. (25) A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que le pagase la deuda. (26)  Entonces aquel siervo postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. (27) El Señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda. (28) Pero saliendo aquel siervo, halló uno de sus consiervos, que le debía cien monedas de plata; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes. (29) Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. (30) Más él no quiso, sino fue y lo echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda. (31) Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado. (32) Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste. (33) ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti? (34) Entonces su señor enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía. (35) Así también hará nuestro Padre celestial con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a sus hermanos sus ofensas.

Mateo 18: 21,35

El Señor nos manda a que seamos benignos unos con otros, misericordiosos, que nos perdonemos unos a otros como Dios nos perdonó en Cristo. (Efesios 4:32)  Que nos vistamos como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia. (Col.3:12)

Jesús dijo en el sermón del monte: Bienaventurado los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. (Mat.5:7)  Esto implica:

1.    Aceptar y recibir la misericordia de Dios. (Heb.4:15,16)  Acudir a ella cuando estemos tristes (Sal.119:76,77).

2.    Agradecer la misericordia de Dios, que sea motivo de alabanza y adoración. (Sal.63: 3,4) ; (Sal.138:2).

3.    Ser misericordioso con los demás. Nuestro agradecimiento a Dios se muestra con misericordia con los demás.

Debería ser una petición en nuestras oraciones. (Sal.143:8)

 

 

 

 

DEBEMOS CULTIVAR LA MISERICORDIA

Seremos juzgados por la misericordia que hayamos practicado. (Mat.25: 35,36)

Podemos: Enseñar al que no sabe, dar un buen consejo al que lo necesite, corregir al que yerra, perdonar, no juzgar, no vengarse, interceder por los demás, ser amables, atentos.

4.    Recibir la misericordia de los demás.

Señor, hazme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado.  Hazme saber el camino por donde ande, porque a ti he elevado mi alma. En el nombre de Jesús. Amén. (Sal.143:8)

DIOS TE BENDICE.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuentes:

Las citas bíblicas fueron tomadas de la versión RVR1960. La misericordia en la Biblia (Antonio Rodríguez Carmona).

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