(3)
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias
y Dios de toda consolación, (4) el cual nos consuela en todas nuestras
tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en
cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos
consolados por Dios.
(2
Corintios 1: 3, 4) RVR1960
Meditemos
en la Promesa de Consuelo:
1. ¿Quién
es el Padre de nuestro Señor Jesucristo?
El Padre de misericordias y el Dios de toda consolación.
2. ¿Qué hace el Padre en nosotros?
Nos consuela en todas nuestras tribulaciones.
3. ¿Para
qué?
Para que podamos también consolar a los que están en
cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos
consolados por Dios.
4. ¿Cuál
debe ser mi actitud?
Bendecir y alabar a Dios.
ORACIÓN:
Bendito
seas Padre por ser el Dios de misericordias y el Dios de toda consolación.
Gracias, porque cada problema lo conviertes en oportunidad para consolar a
otros con el consuelo que recibo de ti. Te pido, que tu inteligencia y
revelación se desarrolle sobre mi para poder conocerte de una manera
sobrenatural y no quejarme, ni reclamarte por ignorar quién eres. En el nombre
de Jesús. Amén.
DIOS TE BENDICE
Comentarios
Publicar un comentario