(8)
Señor, busco conversar contigo y aquí estoy para adorarte con todo mi corazón. (9)
No te alejes de mí, no ignores a tu servidor. Dios mío, tú eres mi Salvador.
¡No me dejes solo, no me abandones! (10)
Aunque mis padres me abandonen, el Señor se encargará de mí.
Salmos
27: 8, 9.
Meditemos en La
Palabra:
1. ¿Qué
era lo que buscaba David?
Conversar
con Dios y adorarlo con todo su corazón.
2. ¿Cuáles
eran las peticiones de David al Señor?
Que
no se alejara de él.
Que
no lo ignorara.
Que
no lo dejara solo
Que
no lo abandonara.
3. Para
David, ¿quién era Dios?
Su
Salvador.
4. ¿Cuál
es la promesa del Señor?
Que
aun en el caso que los padres lo abandonen el Señor se encargará de él.
La oración de David es una oración impregnada de confianza
y descansa sobre una invitación de Dios, una oración de corazón no solo de
boca.
La oración comienza reconciliándose con Dios, buscando su
salvación a través de Su Hijo. Él nos aceptará tal y como somos, no nos
ignorará porque nos hace sus hijos.
REFLEXIÓN:
De acuerdo a lo que
aprendiste hoy, eleva una oración al Señor. Él te escuchará porque te ha pasado
la invitación para que lo hagas.
DIOS TE BENDICE
Bibliografía:
·
Biblia
Versión Palabra de Dios para todos.
·
Comentario
Bíblico Siglo XX.
Comentarios
Publicar un comentario