br />
Jesús nos advierte que no seamos piedra de tropiezo para que nadie tenga motivos de hablar mal de su nombre y no impidamos que su reino se extienda. (Luc.17:1).
Su Palabra nos muestra cuándo podemos ser piedra de tropiezo:
- Cuando cometemos cualquier pecado que es público y notorio ante otras personas, damos mal testimonio. (Mat.5:16)
- Cuando criticamos y juzgamos a nuestro hermano. (Ro.14:13)
- Cuando hacemos lo que nos gusta sin importar quien resulte herido. (1Co.10:33)
- Cuando no hacemos nada por temor a que alguien sea marginado. (Santiago 4:17)
- Cuando decimos "SÍ" a todo procurando ganar la aprobación de la gente antes que la de Dios.(Hch.4:19)
Pero, ¿hemos pensado alguna vez qué ha sucedido en los corazones de esas personas? ¿Lo que el Señor ha pensado de nosotros?
Que el Espíritu de Dios traiga a nuestras mentes todas las veces que hayamos sido piedra de tropiezo para que otras personas alcancen la salvación, le pidamos perdón a Dios y desarrolle en nuestros corazones su amor para que procuremos de ahora en adelante extender su reino por nuestro testimonio. Gracias Señor por tu Palabra.
DIOS TE BENDICE.
Comentarios
Publicar un comentario