Cuando recibimos a Jesús como nuestro Señor y Salvador su luz viene a nuestros corazones porque él es luz, (Juan 8:12 RVR). Cuando amamos a nuestro hermano estamos viviendo en la luz y no hace que otros tropiecen (1Jn.210 NTV).
Todos hemos pecado ante Dios con acciones deshonestas, (Ro.3:10 RVR), sin embargo su misericordia nos ha perdonado y nos ha dado una vida nueva. Por eso, ya no debemos criticarnos unos a otros. Al contrario, propónganse ustedes no hacer nada que sea causa de que su hermano tropiece, o que ponga en peligro su fe. (Ro.14:13 DHH).
Dios no nos necesita como instrumentos de juicio, solo como instrumentos de amor. Si creemos que somos maduros para el juicio nos estamos creyendo superior a Dios, porque él a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo. (Jn.6:22 RVR).
Necesitamos llenarnos de La Palabra de Dios para que nuestro corazón sea como el de Jesús y no ser piedra de tropiezo.
DIOS TE BENDICE.
Comentarios
Publicar un comentario