Entre los hebreos y los griegos, la sal era símbolo de Amistad,
Fraternidad, Hospitalidad, Utilidad y Valor.
En el contexto bíblico, era un elemento de ofrendas ceremoniales y
también como forma de pago o “moneda de intercambio”. En algunos contextos la mención
de la sal, se usa en sentido metafórico en la que destacan significados
relacionados con Lealtad, Fidelidad, Permanencia, Valor; entre otros.
En la adoración estaba considerada como un elemento importante para
llevar a cabo las ofrendas estipuladas en el Libro de Levítico 2:13; dado que la sal era símbolo de la
permanencia y lealtad de Dios. En esta mención de la sal, es llamada la “Sal
del Pacto”. Esta sal simboliza el Pacto de Dios, o un compromiso de cumplir Su
Palabra y por lo tanto, toda promesa que esté en ella contenida. Por otro lado,
el sacerdote hacía un compromiso de consagrarse a Dios.
Nosotros como sal de la tierra debemos ser instrumentos vivos del amor
de Dios hacia los demás, de lealtad, de fidelidad y de permanencia, como lo manifestó
y vivió Jesús y creer que Dios cumple Su Palabra y sus promesas para con
nosotros.
REFLEXIÓN:
¿Cómo podrías ser instrumento del amor de Dios hacia los demás?
OREMOS:
Señor, gracias por el amor que has derramado en mi corazón para amarte a
ti y para amar a los demás. Enséñame a demostrarlo para testificar que soy lo
que tú dices que soy: sal de la tierra. Amén-.
DIOS TE BENDICE
Comentarios
Publicar un comentario