Si hemos
aceptado a Cristo como el Señor y Salvador de nuestras vidas, debemos mirarnos con un nuevo comienzo, con una vida
en victoria:
Antes de
tenerlo nuestra naturaleza era rebelde, ignorábamos a Dios y desobedecíamos en
todo. Ahora si Él vive en nosotros tenemos una nueva naturaleza. Cristo
crucificó esa naturaleza rebelde en la cruz y la remplazó por una nueva para
que no fuéramos más esclavos del pecado. (Ro.6:6).
Antes
estábamos espiritualmente muertos debido a nuestros pecados, pero ahora Dios
nos dio vida juntamente con Cristo y perdonó nuestros pecados. (Colosenses
2:13)
La paga del pecado se cumplió en Cristo en la
cruz, Dios nos declara no culpables y por lo tanto, no necesitamos vivir bajo
el poder del pecado. Sí seguimos haciendo malas acciones por la condición con
la que nacimos, la diferencia radica en que antes éramos esclavos del pecado,
pero ahora somos libres de vivir para Cristo.
Ése
nuevo comienzo debe continuar buscando aprender de Jesús, de su vida y de sus
enseñanzas para que Su Espíritu nos ayude, nos guíe y revele su conocimiento
para que podamos practicarlo.
Que el
Señor nos ayude a tener un enfoque diferente y nos permita visualizarnos con
los ojos de la fe, que ahora tenemos una nueva identidad en Cristo y en
consecuencia enfocar nuestro aprendizaje en las cosas de arriba.
Oro
para que El Espíritu Santo revele los conocimientos de SU Palabra a nuestro
espíritu para que podamos practicarla.

Comentarios
Publicar un comentario