Todo
parecía estar tan bien, y de un momento a otro estamos en una situación que
nunca pensamos que estaríamos, todo cambió y sin previo aviso, hay cambios
sorpresivos de planes que quizás han logrado sacarnos completamente de balance.
Aunque
el Señor ha pasado a un sitio supremo, él también está tremendamente concernido
con nuestros problemas. Dice La Palabra:
Ya que tenemos un gran Sumo Sacerdote que
entró en el cielo, Jesús el Hijo de Dios, aferrémonos a lo que creemos.
Nuestro Sumo Sacerdote comprende nuestras debilidades, porque enfrentó
todas y cada una de las pruebas que enfrentamos nosotros, sin embargo, él
nunca pecó. Hebreos 4: 14,15 (NTV) |
Jesús ha sentido cada presión, ha sido
atraído por cada seducción con la que nos enfrentamos, ha sido atemorizado por
cada temor, asaltado por cada ansiedad, deprimido por cada preocupación. Sin
embargo, lo hizo sin ningún fracaso, sin pecar. Ni una sola vez cayó.
Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitamos. Hebreos
4: 16.( NTV). |
Cada vez que lo
necesitemos, acerquémonos a él, cada vez que necesitemos ayuda, acerquémonos a
él en oración.
REFLEXIÓN:
¿Ya determinaste en
tu corazón acercarte a Dios?
Y si ya decidiste,
¿de qué manera lo estás haciendo?
ORACIÓN:
Señor, creo que
existes, creo lo que hiciste por mi en la cruz, creo que soy tu hijo; pero
necesito determinar en mi corazón acercarme a ti en oración. Tengo tantas
dudas, preocupaciones, temores, incertidumbres… y creo que solo Tú podrás
ayudarme. Convénceme para poder sacar un tiempo de oración cada día. Te lo pido
en el nombre de Jesús. Amén.
Comentarios
Publicar un comentario