“Y la manera de tener vida eterna es
conocerte a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú enviaste a
la tierra”
Juan 17: 3 (PDT)
INTRODUCCIÓN:
·
Piensa en alguien que es importante para ti,
en un buen amigo.
·
¿Cómo creció la amistad? Supe su nombre,
después descubrí su personalidad, sus gustos, lo que no le gustaba, lo que
había hecho y lo que pensaba hacer, etc. En la medida que conocías esos detalles la amistad se fue
fortaleciendo, Es decir, con el paso del tiempo hubo una relación estrecha, así
fuiste conociéndolo.
Según RAE, entre 8 significados
más, “Conocer” es entender, saber. Tener trato y comunicación con algo.
Averiguar por medio de capacidades intelectuales la cualidad y las relaciones
de las cosas. El conocer se basa en investigar para obtener información y
conocimiento sobre un asunto, materia o ciencia.
En el sentido hebreo “Conocer” es
“Yadáh” y significa “experimentar, tener un encuentro, intimidad.
En relación con Dios,
la palabra hebrea “Yadáh” se entiende en una relación íntima llevada a la
acción de arrepentimiento y de una relación con Jesús como el que murió en una
cruz en mi lugar por el castigo que me corresponde por mis pecados y de
continuar una relación Dios y con Jesús en el sentido de obedecer. No se
trata de una relación cara a cara como la que se tiene con las personas, es en
el sentido de obediencia.
Es importante diferenciar lo que
es “Saber de Dios” y “Conocer a Dios”. La primera se refiere a estar informado
de su existencia y la segunda va más allá del aspecto teórico, es conocer
profundamente quién es él. Por lo tanto el conocimiento
intelectual no es conocer a Dios. Tenemos el ejemplo de los fariseos en
Mat.6:5. Jesús les dijo hipócritas porque oraban en público en las esquinas de
las calles para que los vieran y cuando ayunaban andaban desarreglados para que
la gente los admirara. (Marcos 7: 5,7)
Otro ejemplo es el del fariseo y
el publicano cuando oraban en el templo. El conocimiento de La Ley lo llevó a
orgullo espiritual, se sintió superior y Dios no lo perdonó. (Luc.18: 10,14)
El solo conocimiento de Dios nos
lleva al orgullo espiritual y a vivir una vida cristiana falsa y superficial,
es el resultado de una vida doble donde se aparenta algo que realmente no es.
Actividades cognitivas donde
repetir conceptos y memorizar textos bíblicos, no es conocer a Dios.
·
Podemos saber mucha teología, pero un corazón
vacío´
·
Podemos hacer mucha alabanza, pero no
adorarlo.
Profesar una religión
no es conocer a Dios. Él demanda una relación espiritual, no una
relación litúrgica. (Is.29:13)
La experiencia
emocional, no es conocer a Dios.
(Pr.28:26): “El que confía en su corazón es loco; más el que camina en
sabiduría, será salvo. (JBS) Biblia de Jubileo.
Jeremías
17:9: “No hay nada más engañoso que el corazón; no tiene remedio. ¿Quién lo
entiende?
La
Palabra de Dios es la fuente y el medio para conocer La Verdad y no uno mismo.
Las emociones, las expresiones de los dones fuera de control, personas que
dicen que sintieron una profunda emoción que nunca antes sintieron, que no
pudieron evitar estas expresiones; no se pueden adjudicar como conocimiento de
Dios. Las emociones no fueron hechas para conocer a Dios, ellas nos pueden
llevarnos a prácticas falsas. Recordemos que Dios es Espíritu, por lo tanto, el
conocimiento es espiritual.
Debemos
entender que el hombre por sí mismo es incapaz de conocer verdaderamente a Dios
debido al pecado. La Palabra nos revela que todos hemos pecado
y por lo tanto, ninguno alcanza el estándar de santidad requerido para
comunicarnos con él. Que la consecuencia del pecado es muerte eterna y a menos
que el hombre reciba a Cristo de manera personal perecerá eternamente. Así que
conocer a Dios realmente, primero se
debe recibir a Cristo de manera personal porque él es el único camino para
llegar a Dios (Juán 14:16) y una vez hecho esta decisión comenzar el largo
camino de conocer a Dios con una comunión constante y permanente para estar a
solas con él en oración y en estudio de Su Palabra hasta convertirse en un
hábito. En este tiempo opera el Espíritu Santo para que la Palabra tenga vida
en nuestras vidas y podamos obedecerla, él nos dará la revelación espiritual y
su entendimiento para que podamos conocer a Dios. A través de La Palabra
podemos crecer, saber lo que Dios espera de nosotros y lo que piensa de
nosotros y estrechar una relación cada vez más íntima con él.
Jeremías
24:7: “Nos dará inteligencia para que le conozcamos”.
Juán
17:3: “Conocer a Dios nos da salvación”.
Conocer
a Dios implica un esfuerzo y deseos profundos de conocerlo, una relación
constante y permanente y no solo con el entendimiento, sino con una íntima
relación que se manifiesta en obediencia a su Palabra, en arrepentimiento para
obedecerlo.
REFLEXIÓN:
¿Quién
es Cristo para ti?
¿Dónde
está ahora en tu relación?
¿Cómo
puedes saberlo?
DIOS TE BENDICE
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