Pensando en todos los cambios que
Jesús hizo en sus discípulos, y especialmente el que hizo en Simón el Zelote,
no cabe duda del poder de transformación que él hace en nuestros corazones. Si
analizamos nuestras vidas, los que ya tenemos un tiempo de estar caminando con
él, también nos damos cuenta que no somos los mismos.
Nosotros escribimos nuestra
historia, pero Dios la puede cambiar. Él dijo en Jeremías 29:11:
Sé muy bien lo que
tengo planeado para ustedes, dice el Señor, son planes para su bienestar, no
para su mal. Son planes para darles un futuro y una esperanza.
Cuando La Biblia
habla del corazón, no se refiere al músculo encargado de llevar la circulación
de la sangre, sino a las inclinaciones y a nuestra voluntad personal al momento
de tomar decisiones. Jesús dijo:
De la mente salen
los malos pensamientos, asesinatos, adulterios, pecados sexuales, robos,
calumnias e insultos.
(Mateo 15:19).
Es por eso que
necesitamos entregarle nuestro corazón a Jesús para que a través de Su
Espíritu, opere una transformación; renovar nuestra mente con Su Palabra para
que podamos entender qué es lo que él desea cambiar en nuestras vidas.
Pidámosle perdón y
comencemos una nueva vida en él siguiendo sus pasos para seguir adelante con
una vida de calidad.
DIOS TE BENDICE
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