¿Alguna vez te ha sido difícil
creer que Dios es fiel? ¿Cuando los
planes que tenemos no se cumplen, cuando nos afecta una enfermedad, cuando
hemos tenido o estamos pasando por una circunstancia difícil, cuando le estamos
haciendo una petición al Señor y él no contesta? Tambaleamos, intentamos ser
fieles a Dios, pero a nuestra mente carnal le es difícil entender, le es
imposible armonizar las circunstancias con sus grandes promesas.
Hoy vamos a aprender que la fidelidad de Dios es una de sus cualidades
esenciales, es parte esencial de su carácter.
En Hebreos
6: 16,20) nos dice que hay dos cosas imposibles: que Dios mienta y que no
cumpla lo que promete. Estas dos cosas nos dan confianza en los que nos hemos
refugiado en él y nos fortalecen para continuar en la esperanza que Dios nos
da. Esta esperanza es tan fuerte y segura como un ancla que nos sostiene seguro
y estable, la cual es Su Palabra y los méritos y la mediación de Cristo.
La fidelidad es una cualidad de Dios y para que
sus promesas se cumplan debemos creer en este atributo.
(2Tim.2:13); (Dt.7:9)
La Fidelidad de Dios llega hasta las nubes,
incomprensible para la mente humana. Él nunca olvida, no falta a Su Palabra,
nunca hace una vacilación, nunca renuncia a ella.
(Sal.36:5); (Nm.23:19); (Lam.3: 22,24).
Cada día y cada año que pasa es una nueva
prueba del cumplimiento de esta promesa de Dios.
(Gén.8:22).
Aunque pasen los siglos, su promesa se cumple: (Is.7:14) ;(Mt1:23)
La fidelidad de Dios está ligada a su
misericordia. Dios es fiel a su carácter misericordioso, es por eso que nos
perdona. (Lam.3:22,23).
La fidelidad de Dios está ligada a su juicio.
Él no puede ser infiel a sus promesas incluso cuando juzga. Por su fidelidad puede
disciplinarnos como consecuencia de nuestro pecado.
(Sal.119:75,76) ; (Sal.119:137).
Dios es fiel solo a su Palabra porque toda ella
es verdad. (Jer.1:12); (Sal. 33:4)
Dios es fiel a sí mismo. Cristo es La Palabra
viva, en él se consumen todas las promesas de Dios porque él es la suma de
todas ellas. En los manuscritos antiguos
leen así: El “SÍ” es fidelidad de Dios y el “AMÉN”, es su juramento. (2Co.1;20).
Todas las promesas del Antiguo y
Nuevo Testamento tienen asegurado su cumplimiento para nosotros en Jesucristo.
¿Por qué creer en la
fidelidad de Dios?
La fidelidad de Dios es una
realidad que debemos reconocer no solo cuando todo está bien, sino también
cuando estamos en tribulación, cuando estamos sufriendo consecuencias de
nuestros pecados.
La comprensión de la fidelidad de
Dios, nos fortalecerá, será como un ancla en las tormentas, nos liberará de
temores, ansiedad, pesimismo, quejas, amarguras, etc.
Comprender que la fidelidad de Dios
está ligada a su juicio y cuando seamos disciplinados como consecuencia del
pecado; podamos humillarnos, confesar y darle gracias por su corrección.
Si una vez Dios nos sanó, lo hará
otra vez. Si ha cuidado a nuestros hijos a través de los años, no los
abandonará cuando esté viejo. Si escuchó mi oración en el pasado, la seguirá
escuchando.
De
seis problemas te librará, y en siete no permitirá que el mal te toque.
Job
5:19
DIOS
TE BENDICE
Comentarios
Publicar un comentario