DIOS PUEDE CAMBIAR NUESTRA HISTORIA
Tú y yo cada día escribimos
nuestra historia, escribimos nuestro destino. ¿De qué manera? Cuando tomamos decisiones y acciones creamos
nuestro destino, además, de todo lo que sembramos de eso segaremos.
Pero hay muchas cosas que no podemos cambiar ni
podemos elegir: nuestros padres, el lugar donde nacimos, las circunstancias en
que fuimos criados, las personas que nos educaron, nuestro pasado, nuestros
errores, nuestra genética; entre otros. Y podemos después de un tiempo comenzar
a vivir una lucha entre lo que soy y lo que debo ser y a lo que soy llamado a
hacer.
Según wikypedia, el significado de destino es el poder sobrenatural inevitable e ineludible
que según se cree, guía la vida humana a un fin determinado.
Desde el punto de vista bíblico, se habla de libre albedrío, que entre otras cosas, hace al hombre a ser imagen y semejanza de Dios,
concepto que rechaza la predestinación.
El libre albedrío es el poder que
tú y yo tenemos para elegir y tomar nuestras propias decisiones
independientemente si son buenas o son malas. Ej: cuando yo decidí casarme,
estaba ejerciendo el libre albedrío.
Luego el Señor le ordenó al hombre:
Puedes comer libremente de cualquier árbol en el jardín, pero no debes comer
del árbol el conocimiento del bien y del mal porque el día que lo hagas, sin duda
morirás.
Gén.2: 16,17 PDT-
Llamo hoy al cielo y a la tierra para
que sean testigos: yo te estoy dando a elegir entre la vida y la muerte, entre
la bendición y la maldición. Elige la vida para que tú y tu descendientes
puedan vivir.
Dt.30: 19 PDT
Podemos elegir dos opciones para
escribir nuestra historia:
1.
Teniendo a nuestra conciencia
como nuestra mayor aliada en lo que quiero perseguir, en lo que quiero
alcanzar, en lo que quiero tener; quedándome en el pasado, lamentándome por mis
errores y fracasos, por lo que hicieron de mí, por lo que no hicieron por mí;
lleno de resentimientos y falta de perdón.
2.
Empezar a escribir una nueva
historia, pero dejándome guiar por Dios para que mi vida sea completamente
transformada con un nuevo rumbo.
Se muy bien lo que
tengo planeado para ustedes, dice el Señor, son planes para su bienestar, no
para su mal. Son planes de darles un futuro y una esperanza. Entonces ustedes
me llamarán, vendrán y orarán, y yo los escucharé.
Jeremías 29: 11,12
PDT.
¿Y qué hace Dios para que podamos
entenderlo? (Ez.36: 26,27)
Les daré un corazón nuevo y les
infundiré un nuevo espíritu. Les quitaré ese corazón de piedra y pondré uno de
carne. Pondré mi Espíritu en ti. Lo haré para que vivas por mis leyes y para
que obedezcas mis reglamentos.
El corazón de
piedra se opone a lo espiritual, el corazón de carne es dócil y apto para
recibir la semilla de La Palabra. El Espíritu nuevo, es su Espíritu que
transforma nuestra alma (mente, voluntad y emociones), produce en nosotros una
nueva actitud espiritual que permite caminar en sus mandamientos.
El hombre no
puede hacerse un nuevo corazón. Esta promesa, se cumple en Jesucristo, quien
trae este nuevo pacto: podemos entrar al lugar santísimo gracias a la sangre
que él derramó en la cruz del calvario, recibir perdón de pecados, recibir su
Espíritu para hacer de nosotros una nueva creación. (Hebreos 10:22,23).
Ni los errores, ni los fracasos,
ni el pasado, ni quiénes somos; determinan cómo vamos a terminar, sino lo que
le permitamos al Espíritu de Dios hacer de nuestras vidas.
Solo en Cristo,
podemos seguir adelante, con una nueva historia, con un nuevo comienzo.
Ni los errores, ni los fracasos, ni el pasado, ni quiénes somos; determinan cómo vamos a terminar, sino lo que le permitamos al Espíritu de Dios hacer de nuestras vidas.
ResponderEliminarGloría a Dios por su palabra.....!!!!!!!