Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. (Hebreos 11: 1 RVR).
Tener certeza de algo es saberlo con convicción, con seguridad, e incluso con evidencia de lo que se sabe es efectivamente verdadero. (Diccionario RAE). Ejemplo: "Tengo la certeza que llovió anoche porque el suelo está mojado".
El apóstol Pablo cuando dijo: "Yo sé a quién he creído", tenía la certeza con evidencias, tenía un historial de testimonios:
- Cuando fue perseguido en Antioquía, Iconio y Listra; el Señor lo liberó. (2Timoteo 3:11). Lo apedrearon, lo arrastraron fuera de la ciudad y lo dejaron allí creyéndolo muerto. Pero cuando los seguidores se reunieron alrededor de él, se levantó y regresó a la ciudad. (Hechos 14: 19,20)
- Cuando Dios les salvó la vida en la terrible tormenta en alta mar. (Hechos 27: 22,26)
- Tenía siempre la convicción que ni las dificultades, ni los problemas, ni las persecuciones, ni el hambre, ni la desnudez, ni el peligro, ni tampoco la muerte; lo separarían del amor de Cristo porque en todo había salido más que victoriosos. (Romanos 8: 38,39)
Tú y yo podemos también hacer un historial de todas las veces que Dios nos ha librado de cualquier situación. Esto fortalece nuestra fe y nos recuerda la fidelidad de Dios para que también podamos decir como el apóstol Pablo: "Yo sé a quién he creído".
REFLEXIÓN:
¿Cuántas veces he experimentado la provisión de Dios, la protección de Dios, la sanidad de Dios, etc, etc, ?
Haz un registro y dale gracias al Señor por cada uno de ellos.
DIOS TE BENDICE.
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