Vivimos tiempos en los que hemos de adquirir convicciones firmes en la Palabra de Dios. Son tiempos en los que los cimientos de la fe están sacudidos fuertemente por doctrinas y valores que se oponen a La Palabra de Dios.
Necesitamos convicciones firmes en las verdades que han sido reveladas en La Palabra.
No basta solo el conocimiento intelectual o las prácticas religiosas externas. Se necesita discernirlo bajo la óptica de le fe.
Necesitamos un nuevo nacimiento, estar convencidos que el Espíritu Santo vive en nosotros y estar frecuentemente estudiando La Palabra. Esto fortalece la fe y la comunión con Dios, para que podamos decir hasta el final como el apóstol Pablo:
"Yo sé a quién he creído". (2Tim.1:12).
OREMOS:
Señor, te doy gracias porque en ti tengo una esperanza segura. Te doy gracias por tu Palabra que no solo produce un nuevo nacimiento, sino que también me hace conocerte y alimenta mi fe. Gracias por tu presencia en mi vida que me seduce a buscarte y a conocerte. Te hago la petición que te hizo el padre del joven endemoniado: ¡Creo, ayúdame a creer aún más! (Marcos 9:24 PDT)
Muchas gracias Señor. En el nombre de Jesús. Amén.
REFLEXIÓN:
¿Qué es una convicción?
DIOS TE BENDICE.
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