Hoy el Señor nos da otra
Promesa de descanso. Cultivemos la fe anclando nuestra alma en ella.
“En
Dios solamente está acallada mi alma; de él viene mi salvación. Él solamente es
mi roca y mi salvación; es mi refugio, no resbalaré mucho.
Salmos
62:1,2 (RVR1960)
¿De cuántas cosas tememos?
¿De quién o quiénes tememos?
Bajo tanta presión que nos rodea, sea económica, emocional,
física; ¿quién podrá darnos una máxima seguridad? ¿Qué cosas podrán ser nuestro
refugio seguro?
¿Quién o qué cosas podrán darnos paz, estabilidad y
descanso a nuestra alma sin depender de las circunstancias externas?
La vida puede zarandearnos, nos pueden hacer tambalear, así
como el viento, las tormentas y las tempestades lo hacen con el barco, pero no
podemos ser movidos de nuestra máxima seguridad: Dios.
Si continuamos leyendo el Salmos, observamos que el
salmista menciona la palabra “solamente” cinco veces. Y según el diccionario
RAE, esta palabra significa: “de
un solo modo”, “únicamente”; lo cual implica seguridad y confianza.
¿Cómo anclar nuestra alma para que
tenga descanso?
La Palabra y la
oración nos liberará del estrés emocional y cambiará la visión de la vida.
REFLEXIÓN:
¿En quién o en qué cosas has puesto tu confianza?
¿Te han dado resultado perecedero?
Te reto a que lo hagas con Dios y experimentarás la
diferencia.
DIOS TE BENDICE
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