1 El
año en que murió el rey Uzías, vi al Señor sentado en un majestuoso trono, y el
borde de su manto llenaba el templo. 2 Lo asistían poderosos serafines, cada
uno tenía seis alas. Con dos alas se cubrían
el rostro, con dos se cubrían los pies y con dos volaban. 3 Se decían unos a
otros: ¡Santo, santo, santo es el Señor de los Ejércitos Celestiales! ¡Toda la
tierra está llena de su gloria! 4 Sus voces sacudían el templo hasta los
cimientos, y todo el edificio estaba lleno de humo. 5 Entonces dije: ¡Todo se
ha acabado para mí! Estoy condenado,
porque soy un pecador. Tengo labios impuros, y vivo en medio de un pueblo de
labios impuros; sin embargo, he visto al Rey, el Señor de los Ejércitos Celestiales.
6 Entonces uno de los serafines voló hacia mí con un carbón encendido que había
tomado del altar con unas tenazas. 7 Con él tocó mis labios y dijo: ¿Ves? Este
carbón te ha tocado los labios. Ahora tu culpa ha sido quitada, y tus pecados
perdonado.
Isaías
6: 1,7 (NTV)
Necesitamos un corazón
contrito y humillado en la presencia de Dios. Reconocer su grandeza, su
santidad, que Él es magnífico en santidad y entre mayor sea la comprensión de
Su carácter y del sacrificio que Cristo hizo por mí; mayor será la convicción
de pecado. La santidad está en Su Palabra y en la medida que la conozcamos
podremos manifestar su santidad mediante el conocimiento correcto de quién es
Dios y una vida correcta en repuesta a ella.
Isaías confesó su
pecado, su pobreza espiritual y recibió el perdón de Dios.
¿Cuál es mi actitud para conocer el carácter de Dios?
Oro para que el Espíritu
de Dios traiga a nuestros corazones convicción de pecado, de justicia y de
juicio. En el nombre de Jesús. Amén.
DIOS
TE BENDICE
FUENTES:
Comentario bíblico Diario Vivir.
Bendiciones y gracias por esa hermosa palabra 🙏 amen
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