Cuando los discípulos
le piden a Jesús que los enseñe a orar, él lo primero que hace es darle un
reconocimiento al Padre. Y se refiere a “nuestro
Padre”. Padre nuestro que estás en los cielos. (Mateo
6: 9) RVR.
Aquí empieza la oración. Él es el Padre de
todos los que hemos creído en su Hijo (Juan 1:12) dándonos una nueva identidad
en Cristo y una nueva familia. (Efesios 2:19) Como hijos podemos tener la seguridad de su amor
entrañable, de su ternura, su apoyo, su fortaleza y todo lo que necesitamos. Él
tiene a su disposición todos los recursos ilimitados y eternos en el cielo para
ti y para mí. Si nosotros siendo malos procuramos amar y dar a nuestros hijos
todo lo que necesitan, ¿cuánto más lo hará nuestro Padre?
Más
a todos los que le recibieron, a los que creen su nombre, les dio potestad de
ser hechos hijos de Dios.
Juan
1: 12 RVR
Padre nuestro que
estás en los cielos, te adoramos porque nos diste a tu Hijo para que nos
adoptara como tus hijos dándonos una nueva identidad y una nueva familia. Te
alabamos porque nos amas con amor ilimitado, con amor eterno, amor entrañable,
con ternura. Te adoramos porque en ti
podemos encontrar todo lo que necesitamos: tu paz, tus fuerzas, tu ayuda para seguir
adelante, tu consuelo y seguridad. Gracias Papá. En el nombre de Jesús. Amén.
Reflexión:
¿Ya te convertiste en
hijo de Dios? Si aún no lo has hecho te invito a que hagas
esta oración:
Señor Jesús, creo que
eres el Hijo de Dios, creo en todo lo que hiciste por mí en la cruz del
Calvario. Te recibo en mi corazón como mi Señor y Salvador, perdona mis
pecados, produce arrepentimiento y adóptame como hijo de Dios. Gracias Señor.
Amén.
DIOS TE BENDICE.
Comentarios
Publicar un comentario