Recordemos el bosquejo del Padre
nuestro: Mateo 6:9,13
9.-Padre nuestro que
estás en los cielos, (la paternidad de Dios),
santificado sea tu nombre. (La prioridad de
Dios).
10.- Venga tu reino. (El
programa de Dios). Hágase tu voluntad, como en el cielo,
así también como en la tierra. (El propósito de Dios)
11.- El pan nuestro
de cada día dánoslo hoy. (La provisión de
Dios) 12.- Y perdónanos nuestras deudas, como también
nosotros perdonamos a nuestros deudores. (El perdón de
Dios).
13.- Y no nos metas
en tentación, más líbranos del mal (la protección de
Dios); porque tuyo es el reino, y el poder, y la
gloria, por todos los siglos. (la preminencia de
Dios). Amén.
Todo se enfoca en Dios. Los versículos 9 y 10 tienen que ver
con la gloria de Dios; los versículos 11, 12 y 13 con la necesidad del hombre.
Y aunque estos versículos tienen que ver con el hombre a Dios no podemos
echarlo a un lado porque estas son expresiones de su gracia y su poder. Dios
santifica su nombre, su reino viene y se hace su voluntad en la tierra como en
el cielo al darnos el pan diario, al perdonarnos y guiar nuestras vidas.
Recordemos las dos características de la petición “el pan
nuestro de cada día, dánoslo hoy”: La sustancia que se pide, que es el pan y la
fuente, es Dios. Él se encuentra implícito detrás del verbo “danos”. Todo lo
que tenemos es de su Mano, la fuente es Dios y la sustancia es pan.
Esta oración puede ser de alguien que no tenga nada para su
siguiente comida y también para los que tengan; en ambos casos debe haber reconocimiento qué él es la fuente de toda
provisión física. Ejemplos:
“Señor, no tengo la provisión para la próxima comida,
reconozco que tú eres la fuente, te pido por favor que me des el pan diario
para que seas glorificado en mi provisión”.
“Señor, te doy gracias porque has suplido, te reconozco como
la fuente y te pido que sigas proveyéndome para que tu nombre sea glorificado”.
En ambos casos hay reconocimiento, la súplica es “danos”, este es
el corazón de la petición.
¿Tengo derecho de
pedirle a Dios que me dé el pan diario?
¿las promesas
bíblicas son solo promesas espirituales?
Salmos 37: 3 al 5; 8
al 11; 18 al 20; 22 al 25.
Este Salmos es una comparación entre el justo y el injusto.
Para el justo hay promesas y para el injusto hay juicio.
(V3): Confía en Jehová, haz el
bien; y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad. (RVR).
Confía en el Señor y
haz el bien; entonces vivirás seguro en la tierra y prosperarás. Moraré en la
tierra seguro y seré alimentado (NTV).
Confiar es sinónimo de creer, de fe. Y esta fe se funda en
la salvación y la fe se demuestra con obras. La fe sin obras es muerta. (Santiago
2: 14,26)
Salmos 33: 18,19;
Salmos 34:9,10 y Pr.10:3
Mat.7:7,11: Los versículos 7 y 8,
generalmente lo usamos con un sentido espiritual. Las cosas buenas aquí se
refieren al pan y a la carne. Dios da lo elemental a su pueblo, así como el
padre da a su hijo.
Mat.6: 25,33. “Mas
buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os
serán añadidas” (V33)
¿Entonces, tenemos
derecho de pedirle a Dios el pan de cada día?
¿Quiénes tienen el
derecho de pedírselo?
Los justos y los que buscan primeramente el reino de Dios y
su justicia.
La Palabra dice que no hay justo ni uno solo. (Ro.3:10). Cuando creemos y confesamos que
Jesús es nuestro Señor y Salvador, cuando creemos en la obra expiatoria de la
cruz, Dios quita la culpa y la pena del pecado, nos declara absuelto y
restaurado como justo. Él imputa la justicia de Cristo a la nuestra y de esa
manera por fe somos justificados, me declara justo para que no solamente me
adopte como hijo sino también para que herede todas sus promesas. (Ro.3:21,25)
OREMOS:
Padre nuestro que
estás en los cielos, santificamos tu nombre porque eres un Dios fiel, un Dios
de promesas, un Dios proveedor y la fuente de todas nuestras provisiones.
Reconocemos que de tu
Mano proveedora tenemos el pan diario y te pedimos que te glorifiques cada día
en nuestra provisión. En el nombre de Jesús. Amén.
DIOS
TE BENDICE.
Comentarios
Publicar un comentario