(Mateo 6: 9,13) La provisión de Dios.
Recordemos los dos
principios que debemos tener para reclamar el pan de cada día:
1. Buscar
primeramente el reino de Dios, lo cual implica tener fe en Jesucristo,
deleitarse, encomendarse y esperar en él.
2. Trabajar
con los dones y talentos que Dios nos ha dado, tanto en su reino como en lo
secular para ser prosperados. (Parábola de los talentos)
Notemos que la
petición está en plural: el pan nuestro
de cada día dánoslo hoy, lo cual excluye
todo egoísmo.
Algunos hermanos no
estarán trabajando por limitaciones físicas, enfermedad o por cualquier otra
situación diferente a la pereza. Dios va a suplir nuestras necesidades por
nuestro propio esfuerzo y a través de otros.
Nunca tendré una
abundancia mientras mi hermano tenga menos de lo suficiente; simplemente
incluye todo el concepto de compartir. Y
este es el tercer principio para ser bendecidos.
(2Co.8)
(Vss 1,4): La
iglesia de Macedonia ( entre ellas Filipos, Tesalónica y Berea), estaban en
extrema pobreza. Podía ser por oposición violenta y aunque su situación podía
descubrirse como casi estar en miseria, su generosidad mostrada a través de las
ofrendas, era impresionante. En este tiempo, toda la región, con excepción de
las colonias romanas de Patros y Corinto estaban en una situación de pobreza y
miseria.
En la década de 40d.c.
la iglesia de Jerusalén para quien le estaban haciendo la colecta se había
empobrecido debido a la hambruna en Judea.
Pero la intensidad
del gozo de los macedonios excedía a la pobreza. Este acto de generosidad
sacrificial fue algo espontáneo.
Pablo los está
poniendo de ejemplo a la iglesia de Corinto y los desafía para que fueran más
allá de la aceptación de la idea de la colecta, sino que debían llegar al hecho
concreto de dar.
(V.5)
La mayordomía es un asunto espiritual, primeramente, algo del corazón, es
reconocer que Dios es el dueño de todo y nosotros somos mayordomos o
administradores.
Los macedonios podían
dar porque ya se habían entregado a sí mismo.
A un misionero que testificaba a un cacique
indio se le ofrecieron ofrendas con caballos, cobijas y alhajas. Él dijo: “Mi
Dios no quiere los caballos, las cobijas y las alhajas del cacique, él quiere
al mismo cacique. El cacique respondió: “Su Dios es muy sabio, porque cuando me
entregué a él, también recibió mis caballos, cobijas y alhajas”.
Este era el secreto
de la generosidad de los macedonios. En las palabras de un poema: “El regalo
sin el que lo regala no tiene mérito”.
(V.9): Jesús
es el ejemplo de darse a sí mismo. La gracia de los macedonios es un solo
reflejo de la gracia de Dios a través de su Hijo.
Él siendo rico se
hizo pobre por nosotros, para que por medio de su pobreza, nos hiciéramos
ricos. No implica que llegó a ser rico, más bien que desde la eternidad era
poseedor de todas las riquezas de la deidad. Por decisión premeditada, Cristo
toma las limitaciones humanas, fue un auto despojamiento grandísimo de parte de
Dios en pro de la redención del hombre. (Fl.2:5,8)
El resultado de la
pobreza de Cristo: que seamos enriquecidos.
(V.10): “Y el que da
semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra
sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia”
(RVR)
Dios pone en nuestra
mano una semilla, multiplica lo sembrado, nos concede abundancia para
compartirlo con otros, nos hace crecer espiritualmente con amor, gozo, paz y
todos los frutos del Espíritu Santo. (El fruto de su justicia).
(Vss.12,14) La
base del dar es voluntaria según lo que uno tenga.
(V.15): Ex. 16:18
Se pierde mucho impacto espiritual si en la
iglesia no existe la ayuda piadosa y generosa de uno para con el otro cuando la
necesidad se presenta.
Capítulo 9
La recomendación se
presenta para la iglesia del sur de Grecia (Acaya).
(Vss.6,7) “Ley de la
siembre y la cosecha”. Hay una ley espiritual que opera cuando se ofrenda. Puede haber una
motivación buena: con alegría o se puede corromper la ofrenda si se da con
tristeza, lo que indica mezquindad o si se espera una recompensa equivalente
(dar y hacerse rico). Las recompensas del Nuevo Testamento no contemplan una
ganancia material).
La actitud del que da
es de esencial importancia. Dios ama a los que dan con alegría.
(Vss.8,10): Dios
suplirá nuestras necesidades, nos da más bendición de lo que necesitamos para
ayudar generosamente a los otros. Todo lo que tenemos proviene de Dios y él
tiene el derecho de usarlo para buenas obras, para suplir las necesidades de
los que no tienen,
(Vss.11,14):
Propósito final de la ofrenda:
ü Motivará
a muchos a dar gracias a Dios.
ü Servirá
para que muchos alaben a Dios porque se darán cuenta de que obedecemos las
buenas noticias que anuncian sobre Cristo.
ü Ellos
orarán por nosotros.
(V,15): ¡Gracias a
Dios por su don inefable! (RVR)
La cumbre de
generosidad: Dios da a su Hijo, su don inefable, Jesucristo, el Salvador del
mundo.
Entreguémonos a Él
para dar con generosidad y con alegría todo lo que nos ha dado, santificar su
nombre y venga su reino a los corazones necesitados.
DIOS
TE BENDICE.
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