Confía en el Señor y haz el bien; entonces vivirás seguro en la
tierra y prosperarás.
Salmos 37:3 (NTV)
Confiar en el
Señor, hacer el bien y actuar con fidelidad; es la clave de la prosperidad.
Confiar en el
Señor es sinónimo de creer, sinónimo de fe y esta fe se fundamenta en la
salvación. La salvación y la fe se demuestra con obras, en hacer el bien. La fe sin obras es muerta. (Stgo 2:14,26).
Si decimos que Dios nos prosperará porque es nuestro proveedor,
implica estar convencidos que Él es la fuente de todo, que todo lo que tengo Él
me lo ha dado directa o indirectamente, implica no solo creer que existe, sino
estar interesado en que Su Palabra, su voluntad y sus promesas sean reveladas
para poder hacer el bien y mantenerme fiel.
¿Cómo saber si
confío realmente en la provisión de Dios?
Las dificultades y necesidades en nuestras
vidas probarán la calidad de esta confianza por la manera que en medio de ellas
reaccionamos: con amargura, resentimiento hacia Dios, quejas, engañando a otro
para sacar un beneficio económico, hurtando, etc. O tomando decisiones que
agraden al Señor.
Es un desafío para
mirar a Dios, para creerle a Dios, y estar convencidos: si él suplió la
necesidad más grande de la humanidad a través de su Hijo para darnos salvación,
de seguro que nos dará para nuestras necesidades.
REFLEXIÓN:
Califico de 1 a 10 mi
interés por meditar en La Palabra.
De acuerdo al resultado ¿qué
decisión tomaré?
Háblale al Señor según lo
que hayas aprendido hoy.
DIOS TE BENDICE
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