14.- Porque el reino de los cielos es como un hombre que
yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. 15- A uno dio
cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad,
y luego se fue lejos.
Mateo
25: 14,15 RVR
Max Lucado (Escritor y predicador
estadounidense) escribe:
Dios nunca
prefabrica o produce gente en masa. No les forma de manera descuidada. “Yo hago nuevas todas las cosas” (Ap.2:15 NVI). Él
no te ha pasado la maleta de tu abuela a la vida de tu tía. Él te ha empacado
personal y deliberadamente. Tú puedes hacer algo que nadie más puede hacer, de
manera en las que nadie más puede. Explorar y extraer tu singularidad te
entusiasma, honra a Dios y expande su reino. Así, explora cuidadosamente quién
eres y el trabajo que te ha sido dado y, luego, sumérgete en Él. Descubre y
despliega tus dones. Cuando llevas al máximo aquello que haces mejor, haces
sonreír a Dios. ¿Qué puede ser mejor que eso?
OREMOS:
Señor, alabo y exalto
tu nombre porque me hiciste único e irrepetible. Me diste talentos y dones para
santificar tu nombre, para que tu reino sea extendido y así se cumpla tu
propósito en la tierra. Gracias porque al descubrir y desarrollar mis talentos
puedo trabajar con entusiasmo, con alegría y hacer todo con excelencia, aún
puedo hacerte sonreír porque tengo la convicción que todo lo que soy proviene
de ti. En el nombre de Jesús. Amén.
DIOS
TE BENDICE.
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