Para Dios la familia es la
extensión de su propia naturaleza: amor, fidelidad, bienestar, bendición, etc.
Recordemos que fuimos hechos a Su imagen y semejanza, y éste es su primer
propósito. Luego le dice Dios al hombre y a la mujer: “sean fructíferos y
multiplíquense, que fuesen una comunidad de personas unidas en el amor; pero
después añade que los dos se conviertan en uno solo. (
Génesis 2: 24). Cristo lo afirma en Mateo 19:6, Y este es el segundo plan o
propósito de Dios para la familia. Que haya una alianza de esposos a una
perenne comunión de amor y de vida complementada con los hijos. De manera, que
la familia no solo sea un refugio de vida, sino una comunidad de relaciones
interpersonales particularmente intensas: entre esposos, entre padres e hijos,
entre generaciones.
La familia es un regalo precioso de
Dios porque forma parte de su plan. Con su ayuda podemos limar los defectos que
tenemos como padres, esposos, hijos, hermanos.
La llama de su amor está en nuestros
corazones, avivémosla invitándolo que sea el centro de nuestra familia. Con el
amor de Cristo podemos restaurar el amor del esposo hacia la esposa y el
respeto de la esposa hacia el esposo, y el amor mutuo entre todos.
RETO PARA HOY:
Dile a cada uno de los miembros de
tu familia que son un regalo de Dios para ti, dales un abrazo y demuéstraselo
con un detalle o una atención.
OREMOS:
Señor, gracias te doy por mi
familia. Perdóname porque quizás no la he valorado como Tú. Que Tu Espíritu
cambie mi manera de verla para manifestar tu amor, tu perdón, tu fidelidad y
todo lo que Tú eres. En el nombre de
Jesús. Amén.
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