Raquel era la esposa favorita de Jacob, Benjamín y
José fueron sus hijos favoritos. Jacob quería más a José que a sus otros 11
hijos porque había nacido cuando él estaba viejo. En aquella época todo el
mundo tenía una túnica que la utilizaban para resguardarse del frío, para
envolver sus pertenencias cuando viajaban, para envolver a los bebés, para
sentarse sobre ella o para servir de garantía de un préstamo. La mayoría de las
túnicas eran sencillas, llegaban hasta las rodillas y tenían mangas cortas.
Jacob, le hizo a José una túnica muy distinguida, muy
elegante, una túnica especial multicolor, que solo la usaban los príncipes, de
manga larga y llegaba hasta los tobillos.
A los 17 años, José apacentaba las ovejas con sus
hermanos y le informaba a su padre la mala fama de ellos. Viendo sus hermanos
que su padre lo amaba más que a todos ellos, comenzaron a odiarlo y no podían
decirle ni una palabra amable. (Génesis
37: 2,4)
Estamos naturalmente inclinados a tener favoritos y
podemos hacerlo sin darnos cuenta. La parcialidad de Jacob desencadenó rencor,
celos, envidia, resentimiento hacia los padres, daño al favorecido y
sufrimiento en los padres. Estos sentimientos se van acentuando con el paso del
tiempo hasta llegar a la venganza, como pasó con José.
¿Crees que demuestras favoritismo
por uno de tus hijos? Es
importante reflexionar al respecto y creer que en Cristo encontramos el perdón
y a pesar de nuestras equivocaciones, Dios puede usarnos en sus planes.
A Jacob, Dios lo escogió para ser líder de una gran
nación, a pesar de sus errores.
Dios nos puede hacer nuevas criaturas en Cristo y en
Él podemos encontrar la sabiduría para levantar a nuestros hijos. Invítalo para
que sea el centro de tu familia.
DIOS TE BENDICE
Comentarios
Publicar un comentario