RECOGEMOS MÁS DE LO QUE SEMBRAMOS.
Pues como está escrito: No hay justo, ¡ni uno solo! Todos pecaron y por eso no pueden participar de la gloria de Dios. Dios, por su generoso amor, aprueba a todos gratuitamente. Es un regalo de Dios hecho posible porque Jesucristo hizo lo necesario para liberarnos del pecado. Dios ofreció a Jesucristo para hacer posible, por medio de su muerte, el perdón de los pecados. El perdón se recibe a través de la fe. Él ofreció a Jesucristo como sacrificio para demostrar que él siempre es justo en lo que hace. Lo demostró en el pasado cuando en su paciencia pasó por alto los pecados de muchos y también ahora al aprobar a todo aquel que confía en Jesús.
Romanos 3: 10; 23,26 PDT.
(énfasis mío)
- Dios es santo, por eso no aprueba el pecado ni todo lo que no está en conformidad a su Palabra y Principios.
- Dios es justo y santo, por eso el cumplimiento a Su Palabra va unida a la recompensa o premio y la transgresión al castigo.
- Dios nos ofreció a su Hijo como sacrificio para que por medio de la fe en Él seamos justificados gratuitamente y para demostrar ´que Él siempre es justo en todo lo que hace.
ORACIÓN
Padre, gracias por darnos a Tu Hijo Jesucristo.
Gracias, porque al tener fe en Jesús somos aprobados, somos justificados y por lo tanto, podemos participar de tu gloria.
Te alabamos Jesús, porque eres Justicia de Dios.
REFLEXIÓN:
¿Puedo entender que la santidad de Dios va ligada a su justicia?
Que el Espíritu de Dios abra mi entendimiento para entenderlo. Te lo pido Señor en el nombre de Jesús. Amén.
DIOS TE BENDICE.
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