NO PODEMOS HACER NADA POR LA COSECHA ANTERIOR, PERO SÍ POR LA QUE SEMBRAMOS HOY.
En cambio, el Espíritu produce amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio.
Gálatas 5: 22 PDT.
El Espíritu de Dios viene a morar en nosotros cuando nos convertimos en hijos de Dios y Él es quien desarrolla el carácter de Cristo en nuestras vidas.
Por su presencia podemos empezar una nueva siembra:
- Podemos sembrar amor, en vez de falta de perdón;
- Podemos sembrar alegría, en vez de tristeza y amargura;
- Podemos sembrar paz en vez de contiendas y venganza;
- Podemos sembrar paciencia en vez de intolerancia;
- Podemos sembrar amabilidad en vez de desatención;
- Podemos sembrar bondad, en vez de maldad;
- Podemos sembrar fidelidad en vez de infidelidad;
- Podemos sembrar humildad en vez de orgullo;
- Podemos sembrar dominio propio en vez de imprudencia.
DIOS TE BENDICE.
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