RECOGEMOS EN PROPORCIÓN A LO QUE SEMBRAMOS.
Cuando Jesús ,miró alrededor vio a la multitud que se le acercaba y le dijo a Felipe: ¿Dónde podremos encontrar suficiente pan para que toda esta gente pueda comer? Jesús le dijo esto para ponerlo a prueba, pues ya sabía lo que iba a hacer. Felipe le respondió: Todos tendríamos que trabajar durante un mes para poder comprar suficiente pan para que cada uno coma aquí aunque sea un poquito.
Andrés, otro seguidor, que era hermano de Simón Pedro, le dijo: Aquí hay un niño que tiene cinco panes de cebada y dos pescados, pero no es suficiente para tanta gente.
Jesús le dijo: Hagan que toda la gente se siente.
Era un prado amplio y se pudieron sentar los cinco mil hombres que había. Entonces Jesús tomó los panes y después de dar gracias a Dios se los dio a los que estaban allí. Así mismo repartió el pescado. Todos comieron lo que quisieron. Cuando quedaron satisfechos, Jesús les dijo a sus seguidores: Recojan los pedazos que sobraron para no desperdiciar nada.
Los seguidores lo recogieron hasta llenar doce canastas con las sobras de pan de cebada. (Juán 6: 5,13 PDT)
Cuando le damos a Jesús lo poco que tenemos, Él lo puede multiplicar. Lo que cuenta es la actitud que tengamos porque Dios ama al dador alegre.
DIOS TE BENDICE.
Comentarios
Publicar un comentario