Mateo
6:11
Repasemos el bosquejo del Padre nuestro: (Mat.6:9,11)
· V9: La
paternidad de Dios.
· V10a:
La prioridad de Dios.
· V10b:
El programa de Dios.
· V11: La
provisión de Dios.
· V12: El
perdón de Dios.
· V13a:
La protección de Dios.
· V13b: La
preminencia de Dios.
Este es
el patrón que debemos usar siempre para que nuestras oraciones adopten la
naturaleza de la oración de Jesús. Todo se enfoca en Dios, pero podemos
dividirla en dos sesiones: 1) Las 3 primeras sesiones tienen que ver con la
gloria de Dios y la 2) son 3 peticiones que tienen que ver con la necesidad del
hombre.
Aunque
la segunda sesión tiene que ver con la necesidad del hombre, a Dios no se echa
a un lado porque en estos versículos se expresa su poder y su gracia.
¿Cómo es
que Dios santifica su nombre, venga tu reino y se hace su voluntad en la
tierra? Al darnos nuestro pan diario, al
perdonar nuestras deudas y guiar nuestras vidas. Son expresiones de su poder y
su gracia. Es por eso que debemos poner a Dios en la perspectiva correcta para
que oremos de manera correcta y darle a él la oportunidad de glorificarse de
darnos el pan, al perdonarnos y al guiarnos.
La provisión de Dios: El pan
nuestro de cada día, dánoslo hoy. (Mat.6:11)
¿Será
necesario estudiar esta petición tan simple? ¿Cuándo fue la última vez que
tuvimos una situación desesperada por nuestro alimento? O quizás, hemos dicho
al Señor: “Por favor, enséñame a disciplinarme porque estoy comiendo mucho y
debo perder peso”.
Percibamos
la magnitud de esta oración con la ayuda del Espíritu Santo.
Pan:
Significado según el diccionario: Alimento básico que se elabora con una mezcla
de harina, generalmente de trigo.
En el
Antiguo Testamento, era símbolo de la provisión de Dios con su pueblo. Cuando
salieron de Egipto, él les hizo llover del cielo pan y a la mañana siguiente,
había una capa delgada sobre la superficie como escarcha de la tierra, que era
el maná. (Ex.16:4; 14,15; 31)
El
primer significado y el más obvio es el sustento físico, representa todas las
necesidades físicas del hombre. Es un término muy amplio.
Los
buenos padres no solo dan la provisión física, sino para las necesidades
prácticas y emocionales. Dios es el dador de toda buena dádiva. (Stgo
1:17).
Veamos 5
características de la provisión de Dios:
1)
El sustento, la sustancia: Dios tiene que empezar con lo físico, el hombre no puede
ser un ser espiritual al menos que sea uno físico. El Dios eterno, el Dios
infinito, el Dios que sustenta todas las cosas, el Dios creador del universo,
el Dios supremo, etc; se preocupa por nuestras necesidades físicas: el
alimento, el vestido, un lugar donde descansar.
“Todo
lo necesario para la preservación de esta vida es pan, incluyendo alimento, un
cuerpo saludable, buen clima, casa, hogar, esposo (a), hijos, buen gobierno y
paz”. Martín Lutero.
Dios ve todos los elementos físicos de la vida, no los lujos. Él escoge darnos lujos por su
gracia, pero él promete darnos lo necesario.
Solo te
pido dos cosas, no me las niegues antes de que muera; aleja de mi la mentira y
la falsedad, no me des pobreza ni riqueza; dame sólo el pan de cada día. Porque
si tengo más de lo necesario, puedo llegar a creer que no te necesito, Señor; y
si soy pobre, puedo llegar a robar y desacreditar así el nombre de Dios.
Prov.30:
7,9 (PDT)
Volvemos a la pregunta inicial: Si tenemos lo necesario,
¿acaso necesito orar por esto? Si no
tenemos un clamor de uno que se está muriendo de hambre, si somos justos
y Dios prometió que va a alimentarnos, ¿por qué orar?
La
esencia de la oración es la afirmación, es reconocer que todo proviene de Dios,
que él es la fuente de vida, mi alimento, mi vestido.
Es
esa afirmación constante y el reconocimiento lo que lo exalta. Siempre debemos
estar agradecidos porque todo proviene de él. Y esto
nos lleva a la segunda característica.
2)
Él es la fuente, todo proviene de él. Tendemos a pensar que proveemos todo para nosotros
mismos: “me gano un sueldo”, ¿qué le debo a Dios?
Dios sustenta todas las cosas, él conoce todo, él lo
controla todo. Él es quien manda la lluvia, el que da los minerales, el que
provee a los animales por los cuales tenemos alimento y ropa; los materiales
sintéticos que vienen del petróleo.
Entonces cuando decimos: “el pan nuestro de cada día,
dánoslo hoy”, lo reconocemos como el Dador de toda necesidad física. No
comemos de la nada, no nos vestimos de la nada, todo proviene de la Mano
creadora de Dios. El no reconocerlo es la cúspide de la ingratitud. Él todos los días está activo para sustentar el mundo de
tal manera que sustenta nuestras necesidades físicas.
El estableció una red increíble: alimenta los animales,
las plantas para proveernos, la lluvia es un regalo para que las plantas
crezcan, den fruto y si ellas no dan fruto, nosotros no podemos comer. Si
tenemos la capacidad de ganarnos la vida, es porque él nos la da, el dinero que
recibimos es de papel y el papel viene de las plantas que él creó; las monedas
vienen de los minerales que él creó. No hay nada en el mundo que Dios no creó.
Somos dependientes de Dios. (1Cr.29:14)
Entre
más tenemos, tendemos a ser menos agradecidos.
Cuando
oremos afirmemos que todas nuestras necesidades físicas son satisfechas por
Dios y pidámosle humildemente que continúe haciéndole para que su nombre sea
exaltado. De su Mano recibimos todo.
Seamos
agradecidos.
No
tenemos ningún recurso, todo lo hizo él.
DIOS TE
BENDICE.
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