La segunda manera de ser violento espiritualmente con
respecto a nuestra salvación implica también:
Una
plena resolución en nuestras emociones.
Los sentimientos pueden hacernos tomar decisiones equivocadas y deforman
nuestros sentidos de lo correcto a lo incorrecto.
Llevemos nuestras
preocupaciones al Señor en oración y permitámosle su guía y su paz. (Filipenses
4:6,7) PDT.
Reflexión:
1.
¿Qué sentimientos están impidiendo que seas débil espiritualmente?
2.
¿Preocupación por algún problema familiar?
3.
¿Por una necesidad económica?
4.
¿Por enfermedad en ti o en algunos de tus familiares?
5.
¿Por la pérdida de un ser querido?
6.
Medita en el versículo de hoy, cuéntale al Señor cómo te sientes y pídele
que te de Su paz.
¡Él
lo hará!
OREMOS
Santifico tu nombre Señor porque eres mi paz, porque la paz
que tu das nada ni nadie en el mundo me la podrá dar. Por eso vengo delante de
ti a contarte mis preocupaciones, mis aflicciones, mis dudas, mi dolor porque
quiero descansar en ti. Por favor, enséñame a hacerlo para que tu nombre sea
santificado. Y que se haga tu voluntad en la tierra como se hace en el cielo.
En el nombre de Jesús. Amén.
DIOS TE BENDICE.
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