11- Mientras Jesús iba camino a Jerusalén, llegó a la frontera entre Galilea y Samaria. 12- Al entrar en una aldea, diez leprosos se quedaron a la distancia, 13- gritando: ¡Jesús! ¡Maestro! ¡Ten compasión de nosotros! 14- Jesús los miró y dijo: -Vayan y preséntense a los sacerdotes. Y, mientras ellos iban, quedaron limpios de la lepra. 15- Uno de ellos, cuando vio que estaba sano, volvió a Jesús, y exclamó: ¡Alaben a Dios! 16- Y cayó al suelo, a los pies de Jesús, y le agradeció por lo que había hecho. Ese hombre era samaritano. 17- Jesús preguntó: ¿No sané a diez hombres? ¿Dónde están los otros nueve? 18- ¿Ninguno volvió para darle gloria a Dios excepto este extranjero? 19- Y Jesús le dijo al hombre: Levántate y sigue tu camino. Tu fe te ha sanado.
Lucas 17: 11,19 NTV.
Todos sabemos que existe un Dios, pero también buscamos todas las explicaciones para no darle la gloria y la honra.
El orgullo produce un corazón ingrato porque la gratitud es directamente proporcional al valor que le asignamos al don recibido. Si valoramos lo que recibimos seremos agradecidos.
La gratitud produce alabanza y adoración en el corazón del hombre.
La gratitud da gloria a Dios.
En toda situación Él obra para el bien de los que los aman, para los que han sido llamados por Él de acuerdo a su propósito. (Ro.8:28 PDT)
Dios tiene el gobierno sobre los tiempos de los hombres para llevar a cabo su plan para el bien de todos.
Señor, danos sabiduría para ser entendidos de tus tiempos
REFLEXIÓN:
¿Qué paso de acción intencional tomaré hoy para desarrollar mi gratitud a Dios?
DIOS TE BENDICE.
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