Judas, fue uno de los doce
discípulos de Jesús, era el tesorero y recaudaba el dinero que iba a ser
destinado para los pobres. Llevó a los guardias que aprehendieran a Jesús a
cambio de recibir una compensación de 30 piezas de plata. Se arrepintió de lo
que había hecho, por lo que intentó devolver el dinero. Se dirigió a la gente
equivocada en lugar de recurrir a Dios, miró al líder judío que tenía una sola
meta, la muerte de Jesús. Estaba tan
desesperado que se ahorcó.
El arrepentimiento de Judas no fue
un arrepentimiento verdadero, él tuvo remordimiento falso, pesadumbre y esto no
es convicción de pecado por el Espíritu Santo, es dolor por ser descubierto
cometiendo un pecado. Éste tipo de dolor solo lleva a la depresión, lástima
propia y falta de esperanza. Judas experimentó el arrepentimiento falso, Dios
no lo produjo y fue pura tristeza.
El apóstol Pablo dijo en 2 Co.7:10:
(PDT)
“La tristeza que Dios busca es la
que produce un cambio de corazón y de vida. Ese cambio lleva a la salvación y
por ello no hay que lamentarse. En cambio, la tristeza del mundo lleva a la
muerte”.
REFLEXIÓN:
Qué diferencias hubo
entre del arrepentimiento de Pedro y el arrepentimiento de Judas?
Qué puedo aprender de cada
uno de ellos para ponerlo por obra en mi vida?
Te invito a que OREMOS:
Señor, te doy gracias
por Tu Palabra que me enseña a acercarme más a ti. Te pido en el nombre de
Jesús que tu Espíritu Santo la haga revelación a mi vida y produzca en mi un
genuino arrepentimiento para tener tu perdón. Amén.
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