Respondió Jesús: De cierto, de cierto
te digo, que el que no naciera de agua y del Espíritu, no puede entrar en
el reino de Dios.
Juán 3:5.
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Jesús le dice a Nicodemo que para entrar en
el reino de Dios, es indispensable ser hijo de Dios.
ü Nos hacemos hijos
de Dios cuando creemos y recibimos a su Hijo en nuestro corazón con fe
auténtica.
ü En el
momento que recibimos a Cristo, el nuevo nacimiento se hace efectivo porque
viene a morar en nosotros el Espíritu Santo y comienza a obrar en una forma secreta,
la cual no es visible pero es real porque transforma la mente y el corazón.
ü La obra del
Espíritu Santo es inmediata porque Él implanta una nueva naturaleza para hacer
lo que Dios le agrada. Limpia internamente el corazón del hombre mediante La
Palabra de Dios.
ü Es por eso
que la conversión es un proceso de toda la vida porque por medio de La Palabra,
el Espíritu Santo nos convence de pecado y de juicio.
Esto es nacer del agua y del Espíritu. El Espíritu Santo operando a
través de La Palabra
REFLEXIÓN:
·
Qué quiere decirme el Señor con éste
conocimiento?
·
Cómo aplicarlo a mi vida?
Comparte tus pensamientos. Será de edificación para todos.
¡DIOS TE BENDICE!
Buenos días.
ResponderEliminarEn esta enseñanza Pedro nos muestra que el pecado no se puede a pechichar, ni ocultar, vemos que él actuó con rapidez para obtener el perdón. Como segunda medida, el resultado fue la restauración y la fortaleza que el señor le dio dándole como respaldo a su espíritu Santo.
De él puedo aprender, que un verdadero discípulo debe estar siempre dispuesto a confesar sus pecados, aprender a levantarse y seguir su ministerio, el resultado de un arrepentimiento genuino, es el respaldo de Dios sin duda alguna, a Dios sea toda la gloria.