¿Alguna
vez te has preguntado si puedes confiar en la Biblia?
Aunque ella da testimonio de su propia inspiración, también hay
evidencias que afirman que el libro que tenemos en nuestras manos es la
verdadera exacta Palabra de Dios.
¡La Biblia es un libro asombroso!, es el libro más vendido de todos
los tiempos con más de 5 mil millones de copias vendidas y distribuidas,
traducida a unos 800 en idiomas de forma completa y parcialmente en casi 1.500
lenguas y aunque muchos gobiernos y líderes han intentado en vano destruirla o
al menos restringir el acceso a ella sigue circulando y ganando corazones para
Cristo. Él mismo dijo: “El cielo y la tierra
pasará, más mis palabras no pasarán”. (Mat.24:35).
Una de las evidencias de su veracidad es la unidad del mensaje
bíblico. La Biblia fue escrita durante un período de aproximadamente 1.500
años, con al menos 40 escritores, la mayoría de los cuales no se conocían entre
sí y eran de diferentes procedencias: un rey, un pescador, un médico, un
recaudador de impuestos, un pastor de ovejas, un sacerdote, un gobernante, etc.
Fue escrita en diferentes entornos: en una cárcel, en el desierto, en la corte
real, etc. Se usaron diferentes idiomas: hebreo, arameo y griego, en distintas
formas de expresión o géneros literarios: novelas, alegorías, fábulas,
parábolas, poemas, leyendas, refranes, metáforas, simbolismo, etc.; y a pesar
que abarca temas controversiales, contiene un mensaje armónico desde Génesis
hasta Apocalipsis: La Salvación y Redención del hombre en Jesucristo.
Las
circunstancias que rodearon la escritura de la Biblia parecieron garantizar su
error, sin embargo, el mensaje de todo el libro es misteriosamente coherente.
Algunos de los escritores bíblicos hicieron afirmaciones de eventos futuros que
se realizaron con cientos de años de anticipación. Contiene demasiadas profecías,
algunas se cumplieron en corto tiempo y otras cientos de años después como la venida de Jesucristo
como Salvador, su nacimiento, actividades, cómo murió y la resurrección
demuestra la precisión sobrenatural de las Escrituras.
Enamórate de La Palabra de Dios, léela y medita en ella con una
actitud espiritual, con una actitud de fe y un ambiente de oración para que
puedas escuchar lo que el Señor quiere decirte y puedas tener una vida
transformada. Si necesitas una guía, no dudes acudir a tu líder espiritual.
REFLEXIÓN:
o
¿Con qué actitud lees
La Palabra de Dios?
o
¿Por curiosidad?
o
¿Por ampliar
conocimientos religiosos?
o
¿Por sus grandes
valores culturales, literarios o espirituales?
o
Ya empezaste?
OREMOS:
Señor, te doy gracias por Tu Palabra. Enséñame a
amarla y mirarla como lo que es realmente es: Tu Palabra, para que mi vida sea
cada vez más transformada conforme a tus propósitos. Gracias. Amén.
Gracias señor por tu palabra, cada día me convenzo más de que ella es la que me da un verdadero crecimiento, por eso es que cada día quiero escudriñarla, para conocerte y para obedecerte, gracias señor por tu palabra.
ResponderEliminarEl cielo y la tierra pasará, más mis palabras no pasarán”. (Mat.24:35).
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