Jesús dijo a sus discípulos:
He obedecido los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
De la misma manera, si ustedes obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor.
11.-Les he dicho esto para que sientan la misma alegría que yo siento, y para
que sean completamente felices.
Juan 15: 10,11 PDT.
Note la palabra “permanecer”
en ambos versículos y meditemos en ella:
¿Qué significa permanecer?
Estar o mantenerse en un lugar sin cambios, condición o
situación. (Diccionario de Oxford Languages)
¿En dónde permanecía Jesús?
En el amor del Padre.
¿De qué manera permanecía?
Obedeciendo los mandamientos.
¿Cómo podemos permanecer en el amor de Jesús?
Obedeciendo también los mandamientos.
¿Para qué nos dice esto Jesús?
Para que sintamos la misma alegría que él siente y para que
seamos completamente felices.
Esto
quiere decir, que el gozo, la alegría proviene de Jesús al obedecer los
mandamientos, es una experiencia interna, indescriptible, espiritual porque
proviene de su Espíritu, por lo tanto, no puede ser extinguido por las
circunstancias externas. Es más fuerte y mayor que cualquier problema que
llegue a nuestras vidas.
El
gozo de la salvación no es optimismo, no está basado en el poder del
pensamiento positivo o porque la vida va a mi manera.
El
gozo de la salvación es un gozo de Dios, es la emoción de conocer y confiar en
Jesucristo como el único que puede darme salvación y vida eterna.
El
deseo de Jesús es que seamos completamente felices. Al confesar y reconocer
nuestros pecados ante Dios en Su nombre recibimos el perdón paternal y nos
llenamos de Su gozo.
¿Has experimentado
el gozo de la salvación?
Si aún no lo has
experimentado, atrévete a experimentarlo. Tu vida será diferente.
DIOS TE BENDICE.
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