(1) Bendigo al Señor todo el tiempo; en mis labios siempre hay una alabanza para él. (4) Porque consulté al Señor y él me respondió. Él me salvó de todos mis temores. (5) Busquen ayuda y obtendrán respuesta; no se decepcionarán. (6) Este pobre hombre pidió ayuda al Señor, y él me escuchó y me sacó de todos mis peligros. (8) Saboreen al Señor y vean lo bueno que es él. Afortunado el que confía en él. David en el Salmos 34 nos hace un llamado a bendecir al Señor en todo tiempo no solo en nuestro corazón sino también de labios, no debe ser algo sin palabras sino compartir el testimonio alegre. Él cantó éste salmos en la presencia de aproximadamente 400 hombres que se unieron a él cuando estaban escondidos en la cueva de Adulam. David con su testimonio los atrajo a alabar al Señor, a engrandecer Su nombre desde una perspectiva personal, de percibirlo como algo más grande porque nosotros no podemos hacerlo a Él más grande. Si n...
DEVOCIONALES DIARIOS QUE ESTRECHARÁN TU RELACIÓN CON DIOS, MIENTRAS CONOCES DE SU PALABRA