Es imposible hacer todas las
situaciones a la medida para que se
ajusten a nuestras vidas. Y fue lo que hizo la viuda, enfocó su vida a un
horizonte más elevado.
En el Libro de Gálatas 6:7 dice que todo lo que se cosecha se siembra.
(NTV). Nuestra actitud y nuestra acción hacia la vida
determinan lo que nos sucede.
En el Libro de Números 13:26,36 observamos las dos
actitudes que asumieron cada uno de los 12 espías enviados a reconocer la
Tierra Prometida. Ellos inspeccionaron la tierra de Canáam, regresaron 40 días
después, habiendo visto las mismas cosas pero con una opinión diferente de su
significado. 10 de ellos dijeron: “esa
gente es muy fuerte para nosotros”. Los otros 2 dijeron: “con seguridad la conquistaremos”.
Dos enfoques diferentes, dos actitudes diferentes. Los 10 espías no entraron a
la Tierra Prometida, los 2 espías sí pudieron hacerlo.
La actitud determina si
soy un vencedor o un fracasado, es determinante para avanzar, retroceder o
estancarme. La actitud da un enfoque a nuestra vida, determina lo que va a
suceder. Siempre se cosecha lo que se siembra.
Sigue desarrollando el reto de ayer
y recuerda, que Dios nos creó con todas las condiciones para que seamos
ganadores o perdedores
Oro
para que la paz de Dios esté desarrollándose en tu corazón.
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