Definitivamente
La Biblia, La Palabra de Dios, es el Manual perfecto para alinear nuestras
actitudes a Él y al carácter de Su Hijo.
Sigamos
analizando la actitud del hijo mayor:
ü Él albergaba en su corazón sentimientos de envidia,
egoísmo, desprecio y rechazo. Tenía una actitud resentida lo que afectó la relación con su
padre y con su hermano. Él no entendía que la aprobación no tiene que ver con
las acciones ni la conducta. Todo tiene que ver con el amor del padre. Es por
eso, que el hijo mayor tuvo una actitud de juicio la cual, lo privó de las bendiciones de su
padre, del amor de su hermano y de la alegría de los sirvientes.
El
Padre ama con amor sin límites. Su enfoque no son nuestras acciones ni nuestros
pecados, su enfoque somos nosotros. Si recibimos a Jesús como nuestro Señor y
Salvador, Él nos da el derecho de ser hijos de Dios (Juan 1:12). Si nos
volvemos a Él, hará fiesta en los cielos. (Lucas 15:7)
DIOS TE BENDICE
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