Ayer aprendimos una actitud de amor y perdón del
padre hacia su hijo. No lo cuestiona, solo lo abraza, lo acoge como ese hijo
perdido que vuelve a casa, lo ama y lo perdona.
¿Qué podemos aprender de esta historia?
1) Que así como queremos ser perdonados,
también debemos perdonar a nuestros hermanos y familiares.
2) Que debemos tener conciencia en el amor de
Dios hacia nosotros y reconciliarnos con los que nos han hecho daño.
3) Regresar al Padre, porque él está con los
brazos abiertos, dispuesto siempre a recibirnos y a perdonarnos. Solo en él
está la verdadera felicidad.
En el Padre nuestro, Jesús le enseñó a
sus discípulos:
“Y perdona nuestros
pecados como nosotros también perdonamos a los que nos han hecho mal”
(Mateo 6: 12 PDT)
DIOS TE BENDICE
Comentarios
Publicar un comentario