Una vez Jesús estaba en la orilla del lago de Genesaret, vio dos
barcas que estaban vacías porque los pescadores estaban lavando sus redes.
Jesús se subió a la barca de Simón, desde allí empezó a enseñarle a la multitud
y cuando terminó de hablar le dijo: “boga mar adentro y echa tus redes para pescar”.
“Maestro, estuvimos trabajando toda la noche y no pescamos nada.
Pero si tú lo dices, lanzaré las redes”. Le contestó Pedro. Así lo hicieron y
atraparon tantos peces que las redes se rompían. Él y todos los compañeros se
llenaron de asombro por la gran pesca entonces Jesús le dijo a Pedro: “No
tengas miedo. De ahora en adelante vas a pescar gente”.
Santiago y Juan, junto con Pedro, siguieron a Jesús.
(Lucas 5: 1,11) PDT.
Según el diccionario RAE, bogar es mover los
remos en el agua para hacer avanzar
una embarcación. Es impulsar, navegar.
Bogar, es también dejar la orilla, dejar la
playa para entrar mar adentro.
Es dejar la superficialidad en nuestras
relaciones familiares, en la sabiduría y el conocimiento de Dios.
Es dejar las frustraciones del pasado, los
temores, la desesperanza por cualquier adversidad que estemos pasando.
Es estar en sintonía con La Palabra de Dios
para descubrir que avanzando
encontramos la bendición.
Es dejarnos llevar de la mano de Jesús a un
nuevo comienzo.
La
habilidad de mirar las oportunidades,
es la llave para cualquier triunfo.
En Cristo están escondidos todos los tesoros de la
sabiduría y el conocimiento. Solo en Él seremos más que vencedores. (Colosenses
2:3)
Oro, para que el poder del Espíritu de Dios te
revele la sabiduría de Cristo puedas seguir adelante.
¡DIOS TE BENDICE!
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