En estos días hemos observado soplar el viento fuerte, aunque
no lo vemos, podemos sentirlo y apreciar su fuerza cuando levanta el polvo de
la tierra, agita las cosas que nos rodean, tumba las hojas y los frutos de los
árboles, etc. El Centro de Investigaciones de Oceanografía Operacional, informó
hoy que hasta abril se caracterizará por vientos fuertes en el sector norte de
nuestro país, Colombia, con posibilidades de presentar “Mares de leva”.
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¿Podemos
creer en el viento aunque no lo podamos ver?
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¿Podemos
creer en el viento cuando levanta con fuerzas las olas del mar?
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¿Podemos
creer en la electricidad, aunque no la podamos ver?
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¿Podemos
creer en la gravedad, aunque no la podamos ver?
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¿Podemos
creer en el lado oscuro de la luna aunque no la podemos ver?
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¿Podemos
creer en el testimonio de otras personas, aunque no estuvimos allí?
El reverendo John Mitchell, responsable de haber
descubierto en el cosmo los hoyos negros dijo: “No vimos quien dejó las huellas
en la arena, sin embargo, sabemos que estuvo allí”.
Cuando
Jesús se le apareció a los discípulos, Tomás no estaba con ellos. Le dijeron: ¡Hemos visto a Jesús! “Mientras
no vea yo la marca de los clavos en sus manos, y meta mi dedo en las marcas y
mi mano en su costado, no lo creeré, repuso Tomás” Una semana más tarde,
estaban los discípulos reunidos de nuevo en la casa y Tomás estaba con ellos.
Jesús entró y después de saludarlos le dijo a Tomás: “Pon tu dedo aquí y mira
mis manos. Acerca tu mano y métela en mi costado y no seas incrédulo, sino
hombre de fe” “Porque me has visto has creído, dichosos los que no han visto y
sin embargo creen” (Juan 20:24,29)
¿Es necesario ver
al Señor para creer?
La actitud de “hasta no ver, no
creer”, es cuestión del corazón, pues de otra manera no creeríamos en la lista
anterior. Así como los fenómenos naturales y físicos se manifiestan aunque no
lo podamos ver, de igual manera Dios se manifiesta en medio de nosotros a
través de Su Hijo Jesucristo, de sus milagros, las cosas evidentes que hizo
mientras estuvo aquí la tierra y que la historia lo registra; su muerte y
resurrección. A través de Su Palabra, la cual es su mensaje y su voz en
nuestras vidas transformándonos en la medida que desarrollamos una relación con
él.
“Dichosos los que no han visto y sin embargo creen” Le dijo Jesús a
su discípulo Tomás. (Juan 20:29).
La fe es la
llave para ver a Jesús a través de sus maravillas. Míralo con los ojos de la fe
y lo experimentarás en tu corazón. Él cada mañana manifiesta su amor para con
cada uno de nosotros.
REFLEXIÓN:
¿Qué
oportunidades nos está dando el Señor hoy para que podamos verlo?
ORO para que mi
corazón sea quebrantado y sea sensible a las manifestaciones del amor de Dios a
través de Jesucristo. Te pido Señor que tu fe sea acrecentada cada más en mi a
través de Tu Palabra para poder verte. En el nombre de Jesús. Amén.
DIOS TE BENDICE

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