El apóstol Pablo oraba por sus discípulos de Éfeso para que entendieran la increíble grandeza del poder de Dios. Pero él aclara: son para los que creen. Y es el mismo gran poder que levantó a Cristo de los muertos y lo sentó en el lugar de honor, a la derecha de Dios, en los lugares celestiales. (Ef.1: 19,20 NTV).
Necesitamos que Dios abra nuestras mentes para que veamos y sepamos lo que él tiene preparado para los que creemos, para que podamos participar de sus ricas y abundantes bendiciones que él ha prometido para su pueblo. (Ef.1: 18 PDT). Nuestra herencia es vivir por siempre con Dios.
Cuando decimos "Hágase tu voluntad", estamos confiando en el "poder de Dios", cuando decimos: "tuyo es el reino, el poder y la gloria"; estamos reconociendo que no hay poder espiritual ni humano que lo supere.
Estrechar la relación con Dios a través de Su Palabra, es una manera práctica de desarrollar Su gran poder en nosotros por su Espíritu Santo.
OREMOS:
Padre, aunque no entendamos la magnitud de tu grandeza y poder, te damos gracias por hacernos partícipes de ellos. Gracias por darnos a tu Hijo y por tu Espíritu para que more en nuestros corazones y sean ellos quienes operen en nuestras vidas para que podamos creer y tener la revelación de esta verdad.
Perdónanos cuando creemos que por nuestras propias fuerzas podemos alcanzar muchas cosas. Pero hoy decidimos buscarte más para que tu poder y tu fe sean desarrollados cada vez más. En el nombre de Jesús. Amén.
REFLEXIÓN:
¿Tomaré la decisión de pasar más tiempo en oración y en estudio de La Palabra?
¿Cuánto tiempo dispondré cada día?
¿Qué me impide hacerlo?
DIOS TE BENDICE.
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