Es cierto que él era débil cuando fue crucificado, pero ahora él está vivo gracias al poder de Dios. También es cierto que nosotros compartimos la debilidad de Cristo, pero ustedes verán que al igual que Cristo, nosotros vivimos por el poder de Dios.
2 Co.13:4 PDT.
Cristo, a pesar de haber sido crucificado en debilidad, era el máximo ejemplo de poder de Dios.
De la misma manera, podemos ser débiles y simultáneamente poderosos en Cristo. El poder que opera en los que creemos, es el mismo poder del Espíritu que levantó a Cristo de entre los muertos. (Ef.6:19 PDT)
Nuestras debilidades son reales: físicas, emocionales o espirituales, cansancio, problemas, etc; pero el poder de Dios también es real, él tiene el poder para cambiar nuestra tristeza en alegría, nuestra depresión en gozo, nuestra enfermedad en sanidad. ¡Dios tiene todo el poder!
Solo debemos creer y buscarlo cada día para fortalecernos en él y en el poder de su fuerza. (Ef.6:10 RVR).
DIOS TE BENDICE
Comentarios
Publicar un comentario