El poder de Dios es tan grande que no solo puede salvar nuestras almas, sino que también nos da identidad y seguridad como hijos suyos.
Pero su poder no termina ahí, Dios nuestro Salvador nos salvó lavándonos, dándonos una vida nueva. Nos renovó por medio del poder del Espíritu Santo. Dios derramó en abundancia el Espíritu Santo sobre nosotros por medio de Jesucristo, nuestro Salvador. (Tito 3: 5,6 PDT)
El poder del Espíritu Santo nos da un nuevo nacimiento (espiritual), nos renueva, nos transforma cambiando nuestro corazón y nuestra vida; hace ajustes a la visión moral y espiritual que llevamos: esta es la obra renovadora y transformadora del Espíritu Santo. Es un proceso diariamente continuado. Somos trasladados de una vida llena de pecado a una que es guiada por el Espíritu Santo. (Ro.8:14 RVR).
OREMOS:
Gracias Señor por derramar en abundancia sobre mí tu Espíritu Santo.
Gracias porque Su poder puede darme una nueva vida, puede renovar y transformar mi corazón y mi vida.
Gracias porque tu poder actuando en mí puede guiarme.
Gracias Padre por perdonarme y enviar a tu Espíritu Santo, gracias Jesús por tu obra redentora.
Te alabo porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por los siglos. Amén. (Mateo 6:13 RVR)
DIOS TE BENDICE.
Comentarios
Publicar un comentario