LA PREEMINENCIA DE DIOS (5)

Cuando decimos: porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos, observemos que el Padre Nuestro inicia con una alabanza y cierra con una alabanza. Dios quiere que aprendamos cómo dejar nuestros corazones a él en alabanza, adoración, reconociendo su preeminencia, sus obras y gratitud, exaltándolo por sus atributos, y agradeciéndole por todas sus bendiciones.

Es cierto que ellos conocieron a Dios pero no quisieron adorarlo como Dios ni darle gracias. En cambio, comenzaron a inventar ideas necias sobre Dios. Como resultado, la mente les quedó en oscuridad y confusión. Romanos 1:21 NTV.

La idolatría empieza cuando no queremos adorarlo ni darle gracias, cuando rechazamos lo que sabemos de Dios. Y en lugar de poner nuestros ojos en Él, actuamos como si fuéramos el centro del universo. Y muy pronto inventamos "dioses" que se ajustan a nuestro egoísmo, a nuestros planes, metas o cosas que queremos tener como el dinero, poder o comodidades. Adoramos cosas o personas que Dios ha hecho antes que a Dios mismo.

REFLEXIÓN:

Cuáles son mis prioridades?
¿Agradezco a Dios por todo lo que soy, por todo lo que tengo y aún por lo que no tengo?
¿Qué lugar ocupa Cristo en mi trabajo, ocupaciones, metas, sueños, tiempo de entretenimiento, en la iglesia, en las circunstancias o en cualquier actividad?

No tratemos de encontrar en las cosas creadas lo que solo podemos encontrar en el Creador, no busquemos la felicidad en cosas creadas. Cristo tiene la preeminencia en todo.

OREMOS:

Padre, te alabamos y te damos gracias por todo lo que nos enseñas a través de tu Palabra. Perdona nuestra ingratitud por ti, perdónanos por creernos sabios y autosuficientes, perdónanos por no poner nuestros ojos en ti sino en otras cosas convirtiéndolas en ídolos. Hoy me arrepiento y decido de ahora en adelante tener un corazón agradecido, alabarte por tus obras y por tus atributos porque tuyo es el reino, y el poder y la gloria, por los siglos. Amén.

DIOS TE BENDICE.

Bibliografía: Comentario Bíblico Diario Vivir.

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Pastora Nidya Lacera

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