"A menos que se dé por hecho la existencia de Dios, la búsqueda del propósito de vivir no tiene sentido." (Bertrand Russell, filósofo y matemático británico; ateo)
La búsqueda del propósito de vivir ha intrigado a la gente por miles de años. Eso ocurre porque solemos empezar por el punto de partida errado: nosotros mismos. Nos hacemos preguntas como: ¿Qué quiero ser?, ¿Qué debo hacer con mi vida?, ¿Cuáles son mis metas, mis anhelos, mis sueños con el futuro? Enfocarnos con nosotros mismos nunca podrá revelarnos el propósito de nuestra vida.
No nos creamos a nosotros mismos, por lo tanto no hay manera de que podamos decirnos para qué fuimos creados. (Salmos 100:1 RVR) Si tenemos un invento que nunca hemos visto, no sabríamos para qué sirve. Solo el inventor, o el manual de instrucciones, podría revelarnos el propósito del invento.
Dios es nuestro creador, Él debe ser nuestro punto de partida. Existimos solo porque Él desea que existamos, fuimos creados por Dios y para Dios, (Colosenses 1:15 RVR) y hasta que no lo entendamos, nuestras vidas no tendrán ningún sentido. Solo en Él encontramos nuestro origen, nuestra identidad, nuestro sentido, nuestro propósito y nuestro sentido.
Este el primer requisito para que haya en nosotros un Despertar, un Avivamiento.
Cualquier otra ruta es un callejón sin salida.
Dios nos reveló en Su Palabra la manera más fácil de entender el propósito de su invento, sus cinco propósitos para nuestras vidas, por qué estamos vivos, en qué consiste la vida, qué evitar y qué esperar en el futuro.
Mucho antes que oyéramos de Cristo, él nos vio y nos diseñó para una vida gloriosa, parte de su propósito general en el que trabaja en todo y para todos. (Efesios 6:11 BAD)
REFLEXIÓN:
¿En quién están enfocados mis planes, propósitos, metas, trabajo, profesión, etc: en Dios o en mí?
DIOS TE BENDICE.
Bibliografía: Vida con propósito. (Rick Warren).
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